Convertirme en mamá me ha abierto un increíble deseo de aprender sobre diversos temas, pero el que más me llena de todos ellos, es el lograr automatizar algunas cosas y encontrar hacks que faciliten toda labor domestica, para permitirme compartir sin estrés la vida con mi familia.

de emprendedora a mamá

Durante meses había buscado la manera de integrar la maternidad, mis pasiones y nuevos intereses de alguna manera; priorizando siempre el tiempo de calidad con Leonel, sin tener éxito.

Desde el 2018 a la fecha intenté activar un espacio para compartir, mis intereses y conocimiento, sin éxito, pues no lograba definir el tema central del contenido y con ello establecer el cómo quería que identificaran a Vero Maitret ahora.

Intenté continuar con la línea de tutoriales y manualidades, pero éste era un capítulo de mi vida que ya había concluido, no estaba totalmente convencida de que me siguieran asociando con Vero la scrappera, la que hace detalles creativos.

Aunque sin lugar a dudas me gusta enseñar, y siempre he pensado que el conocimiento no compartido no sirve para nada, compartir sobre el mundo de las manualidades no lo veía como mi base.

Por esos tiempos empecé a apasionarme con el tema de las redes sociales, tomé cursos capacitaciones, mis deseos de escribir y compartir incrementaron, así que enfoqué mi energía en ello.

Le dí un giro a mis redes sociales y empecé a compartir contenido enfocado a emprendedoras y a como impulsar sus negocios a través de la creación de contenido.

Pero todo cambió radicalmente al enterarme de mi embarazo, pues entré en un proceso de hibernación laboral. No estaba inspirada en lo absoluto para trabajar, me desaparecí de las redes sociales y enfoqué mis energías en dar vida.

enfrentándome a mi nuevo rol

Al nacer mi hijo, y vivir las primeras semanas de la maternidad, llegó a mi un combo de inspiración y energía para retomar ese proyecto, lo intenté, pero me enfrenté a tres situaciones: la primera lo demandante de una lactancia materna exclusiva y el cuidado completamente sola en casa de un bebé, porque mi esposo trabajaba todo el día; la segunda, una pandemia que no permitía contacto con otras personas, nos mantuvo alejados de la familia los primeros meses de maternidad; y la tercera haber estado tanto tiempo fuera del campo laboral, a pesar de mantenerme actualizada, con el boom que hubo en la pandemía, me hizo dudar de mi capacidad y me ganó el síndrome del impostor, que no es mas que el hecho de sentir que no era capaz de aportar, porque ya habían otras personas haciéndolo mejor de lo que yo pudiera hacerlo.

Esas tres situaciones lograron desbalancear por completo y empecé a vivir los momentos más difíciles de mi maternidad, el enfrentarme a mi destruida (según yo) carrera profesional, que era lo único para lo que yo había vivido los últimos 15 años.

Para ese momento empecé a anhelar poder ser productiva, porque sentía que me desdibujaba por completo, fueron días sumamente difíciles, en los que no me daba cuenta de lo afortunada que era por poder compartir cada etapa de mi bebé.

el proceso de aceptación

Empecé a externar todo lo que sentía en mis post e historias y recibía muchos consejos sobre el hecho de que aprovechara la oportunidad de ver crecer a mi hijo, pero yo sólo podía ver como se iba por el caño mi sueño de mujer empoderada e independiente.

Leer, externar mi sentir y ser agradecida por la vida que estaba viviendo me ayudó mucho a pasar ese bache, trabajar en mi paciencia, aprender que hay que disfrutar cada etapa, fueron las bases de una mejoria en mi ánimo decaido.

Me rehusaba a ser una “simple ama de casa”, según mis absurdas palabras, yo quería ser productiva de verdad; quién diría que ese trabajo tan poco valorado por mí, sería el motivo que me llevaría a estar aquí hoy, logrando un sueño postergado.

Fue así como empecé a interesarme y ver lo valioso de ser un ama de casa, si estaba dispuesta a hacer un ama de casa, trataría esta labor con el respeto que se merece, así que fiel a mi estilo de que todo siempre sea más ágil y sin tanto esfuerzo, me di cuenta de todas las cosas que se pueden optimizar en el hogar, automatizar procesos y el poder de la organización para tener ventajas en este campo.

Para mi hoy, ser ama de casa es como ser una emprendedora, con la diferencia de que la paga no es en efectivo ni por transferencia. Si no en armonía en el hogar.

Así que finalmente me decidí a compartir en este espacio mi experiencia como ama de casa, y el proceso de aceptación de la nueva vida que había decidido vivir, el enfrentarme a las renuncias que estaba dispuesta a hacer y asumirlas como parte de un proceso de crecimiento y no como pérdidas o fracaso.

Todo esto hizo la diferencia para que hoy yo vea el ser ama de casa como una oportunidad de emprender y poner en práctica todos mis conocimientos sobre el mundo digital.

Bueno, es así como te doy la bienvenida a este espacio, en el que voy a compartir lo que voy aprendiendo sobre el hogar, sobre mi vida de mamá, recetas, reflexiones, por supuesto tutoriales de fiestas y decoraciones porque mi hijo ya empieza a interesarse en caricaturas y fiestas jajajaja.

Este es mi espacio para compartir, el que tanto anhelé y en el que espero que lo que publique sea útil para alguien. Todas vivimos distinto nuestra maternidad, pero a veces logramos identificarnos con situaciones y el encontrar una conexión con alguien en momentos en los que te sientes abrumada, es un alivio, al menos yo así lo he vivido.

Gracias por acompañarme <3

con amor Vero Maitret